imagen 16. Richard Serra, "out-of-round X", pintura hecha a mano en papel Hiromi. 1999.
El arte se funde con el paisaje como método de implicación para inducir a la reflexión y para generar un contacto con el lugar, un contacto físico o mental pero, en cualquier caso, un modo de entrar a formar parte de un ecosistema en constante transformación. Por tanto, el arte se entiende como un sistema ecológico capas de volver a configurar un proyecto de territorio que, basándose en la valoración de la identidad de los lugares y de las culturas del habitar, puede recuperar la sabiduría ambiental perdida, los valores estéticos del espacio público, la medida de los asentamientos y el límite de la ciudad.
Los espacios creados por este procedimiento definen, ante todo, un paisaje capaz de condiciones y de influir al observador. El paisaje se convierte en la memoria de quien lo vive y en un instrumento para ser utilizado en la valoración y en la búsqueda de un espacio físico arquitectónico .
En este caso, el arte se convierte en un instrumento que los arquitectos pueden utilizar para crear interferencias con el paisaje, con la naturaleza de los lugares uy con su fuerza. En muchos casos, la libertad respecto a las reglas logra generar una arquitectura simbólica capaz de colonizar el paisaje sin destruirlo. Entonces el arte lanza una especie de mensaje privado e interfiere de igual modo con los espacios urbanos y naturales, creando lugares mediante una interferencia significativa respecto a los modelos de representación que desea contestar.
Si observamos las obras de Richard Serra, veremos que proponen la tarea de redefinir la especificidad de los lugares, , entrando en conflicto con expectativas y prejuicios estéticos y con determinados comportamientos. En este caso, el arte crea una interferencia puesto que se convierte en una interpretación, o mejor, en una contestación del lugar donde se inserta.
imagen 17.Richard Serra, "Elipses Torcidas".
El contexto adquiere una importancia estratégica, puesto que entra a formar parte de un proceso.. El arte acaba dependiendo del paisaje que lo rodea, puesto que enseña a dialogar con el contexto, al igual que la arquitectura. Por el contrario, la mayoría de los arquitectos trabajan en el taller, para trasladar luego sus propios productos al lugar previamente elegido De ese modo, el emplazamiento pierde importancia y se convierte en un pedestal. El orden se invierte. La escultura transgrede los límites del museo, mientras que la arquitectura se convierte en museo de si misma.
Dialogar con el lugar de un modo crítico permite descubir algunas de sus características, permite asimilarlo de modo que el nuevo paisaje se vuelva artificial y extremadamente ntural .La intervención en el espacio no mejorar la calidad de un lugar, no añade nada a la sintaxis preexistente El arte crea un lugar propio, pero no mediante una superposición, sino mediante una iterferencia. Trabaja en contradicción con los espacios donde se encuentra, y precisamente a través de dicha contradicción, amplifica sus carácter´sticas principales. A este respecto, la obra de Richard Serra resulta emblemática, pues crea malestar y genera anti-ambientes que estimulan reacciones discordantes.
Serra afirma ;
“no quiero reforzar la intención de la arquitectura, sino mostrarla de un modo distinto”. (12)
(12) GALOFARO, Luca. "Artscapes, el arte como aproximación del paisaje contemporáneo" Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 2003.
El land art transformó el objeto escultórico en construcción del territorio mediante una expansión hacia el paisaje y hacia la arquitectura. El art scape es una idea que, a través de un sistema de acciones y de reacciones de distinta naturaleza, se vincula con un lugar específico. La obra de arte, al igual que el objeto, pierde su significado en tanto que construcción del territorio, pero adquiere su valor por el hecho de que redefine una espacio perdido, que, de ese modo, vuelve a convertirse en arquitectura.
(13)(14) Conceptualización Arquitectura del Paisaje.
GALOFARO, Luca. "Artscapes, el arte como aproximación del paisaje contemporáneo" Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 2003.
